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El mejor seguro de vida será siempre aquel que mejor se adapte a las necesidades que tenga tu familia y/o tus circunstancias. Considera que son varias las modalidades de seguro de vida existentes en la actualidad.
Gracias a un seguro de vida, tendrás cierta protección para cubrir los imprevistos que surjan en el futuro y que originen un problema económico, por el fallecimiento o la pérdida de empleo en caso de invalidez.
Coberturas en los seguros de vida
Las principales coberturas son capital por fallecimiento e invalidez, fallecimiento vinculado a la hipoteca por cualquier causa, invalidez absoluta y permanente, o dependencia severa y gran dependencia o en el caso de suicidio tras un año de carencia.
Al final, los seguros de vida (independientemente de su tipo y sus coberturas) tienen como fin proteger económicamente al tomador o su familia. De esta manera perciben un capital asegurado y se garantiza que puedan seguir con sus vidas sin problemas de liquidez, algo particularmente importante si hay una hipoteca o si hay estudios por finalizar.
Periodos de carencia en los seguros de vida
En primer lugar hay que definir el periodo de carencia, esto es, el tiempo que transcurre entre que se firma la póliza y entran en vigor las coberturas contratadas, normalmente es de entre 3 y 6 meses en la mayoría de los seguros, salvo en los seguros de vida, que la condición es que no mientas en el cuestionario de salud.
Los seguros de vida no tienen carencia, pero están condicionados por los formularios de salud, y sus condiciones deben especificarse de forma clara en el contrato.
El capital asegurado en los seguros de vida
El capital asegurado es la cantidad de dinero que abona la aseguradora y recibirá el beneficiario del seguro en el caso de que se cumplan las condiciones estipuladas en el contrato, normalmente el fallecimiento del asegurado o la invalidez permanente total o absoluta del mismo.
Antes de contratar un seguro de vida, es fundamental leer la letra pequeña para asegurarse de que dicha cantidad no sufrirá ninguna reducción cuando el asegurado alcance una determinada edad. También se puede elegir la manera de cobro de esta compensación económica, ya sea en un solo pago o de forma periódica.
Si lo que se pretende es tener como beneficiario al banco de la hipoteca, nunca puede ser inferior al 50% del préstamo. También se puede asegurar un capital mayor, cubriendo, además de la hipoteca, los futuros gastos de tus familiares. Por ejemplo, calculando los gastos fijos mensuales y multiplicando por 2 o 3 años.