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Si estás considerando arrendar tu casa, uno de los principales peligros a los que te enfrentas es que el arrendatario deje de pagar el alquiler. Para garantizar tu seguridad financiera, puedes contar con el seguro de impago de alquiler, una defensa efectiva que te brinda la estabilidad económica que requieres.
Las ventajas de contar con un seguro de alquiler
Además de los problemas de impago, los dueños que optan por alquilar una propiedad pueden enfrentar desafíos como la ocupación ilegal, el subarriendo no autorizado de la propiedad, daños a la vivienda, entre otros. Estas situaciones generan preocupación, desconfianza y sensación de vulnerabilidad.
Un seguro de impago de alquiler se convierte en la solución ideal para identificar riesgos relacionados con el contrato de arrendamiento y prevenir estos inconvenientes, proporcionando una sólida protección contra cualquier imprevisto que surja en la relación con el inquilino.
¿Cuáles son las ventajas que este tipo de seguros ofrece al propietario que alquila una vivienda? La póliza brinda una serie de beneficios atractivos, como:
Protección ante a la falta de pago de rentas y suministros
El seguro de impago se encargará de pagar las cuotas de alquiler atrasadas, hasta el límite establecido en el contrato, y garantizará que se realicen los pagos durante el proceso de desalojo. Además, podría cubrir las facturas pendientes que el inquilino deba pagar, como las de electricidad y agua, evitando que tú tengas que asumir esa responsabilidad.
“La responsabilidad subsidiaria es una obligación, según la cual se considera a una persona responsable legal secundaria de la deuda que ha contraído un tercero.”
Resguardo frente a los daños que cause el inquilino
El seguro también incluye la protección contra actos de vandalismo en la propiedad. Si el inquilino moroso causa daños intencionales durante el proceso de desalojo, puedes estar tranquilo sabiendo que los gastos de las reparaciones están cubiertos.
Defensa jurídica del arrendador
Una ventaja adicional de esta póliza es que cubrirá los costos que tengas que afrontar si decides iniciar un proceso administrativo, judicial, arbitral o de mediación para hacer cumplir el contrato de arrendamiento y garantizar que el inquilino pague las deudas pendientes.
Cobertura de gastos asociados al desahucio
Los gastos asociados a un desalojo no concluyen una vez que recuperas tu vivienda. Con las opciones adicionales, no tendrás que inquietarte por reemplazar la cerradura, o llevar a cabo la limpieza. Además, tendrás acceso a expertos en reparaciones y remodelaciones que te ofrecerán presupuestos competitivos para dejar la propiedad en condiciones óptimas.
Las ventajas no se detienen aquí. El seguro de impago de alquiler también funciona como un filtro para la selección de futuros inquilinos. Antes de aceptar a un arrendatario, la aseguradora llevará a cabo una evaluación de su solvencia financiera para asegurarse de que tenga la capacidad económica necesaria para cumplir con el pago del alquiler. Esta garantía adicional resulta muy útil al momento de alquilar tu vivienda.
El inquilino también puede beneficiarse
Como mencionamos previamente, la función principal del seguro se centra en proteger a los propietarios contra los impagos de alquiler, asegurando que reciban las cuotas acordadas en caso de eventos inesperados especificados en el contrato.
Sin embargo, también ofrece ventajas notables para los inquilinos. En general, al suscribir este seguro, los inquilinos no necesitarán recurrir a avales bancarios ni a avalistas personales, lo que conlleva:
- Ahorro significativo en comparación con la práctica de proporcionar un aval bancario o el pago de varios meses de fianza. Sin embargo, es importante destacar que la ley aún requiere que el inquilino deposite una mensualidad de alquiler como fianza, según lo estipulado.
- Mayor disponibilidad de su dinero, ya que no quedará inmovilizado en una entidad bancaria en forma de aval.
- Simplificación del proceso, ya que implica menos trámites y papeleo.
Adicionalmente, el inquilino puede optar por contratar un seguro de hogar que lo respalde en caso de disputas con el propietario o problemas con la vivienda. Este tipo de póliza abarca la responsabilidad civil del inquilino y le proporciona asistencia legal para proteger sus derechos en calidad de arrendatario.
¿Quién debe abonar el seguro de impago de alquiler?
El seguro de impago de alquiler se orienta a resguardar los intereses del propietario, ofreciendo protección contra el riesgo de falta de pago y daños en la propiedad. Por lo tanto, es el dueño de la vivienda quien suele adquirir y costear este seguro.
No obstante, existe la posibilidad de acordar un enfoque diferente. La Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) permite que las partes involucradas acuerden "cualquier tipo de garantía" además de la fianza en efectivo para asegurar el cumplimiento de las obligaciones de arrendamiento. Por lo tanto, aunque el propietario sea el titular del seguro y pague la prima, es factible negociar con el inquilino la posibilidad de que este contribuya al costo o incluso lo asuma por completo.
Sin embargo, es crucial no exigir al inquilino la contratación de dicho seguro, ya que si este deja de cumplir con el pago del alquiler, también podría dejar de pagar la póliza. Como resultado, las protecciones del seguro quedarían sin efecto, y el propietario estaría desprotegido.
Dado que los costos legales asociados a un desahucio pueden superar los 2.000 euros, la contratación de un seguro de impago de alquiler se presenta como una opción altamente conveniente y beneficiosa. Esto se traduce en un ahorro sustancial a largo plazo y permite gestionar la propiedad con mayor seguridad y rentabilidad.
