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Cuando te ves incapaz de cumplir con tus deudas, es esencial tomar medidas rápidas para encontrar una solución. Los impagos pueden conllevar intereses de demora y gastos adicionales que empeoran aún más la situación financiera.
Una alternativa efectiva que te permite abordar tus deudas de manera más manejable es la consolidación de deudas. Sin embargo, es crucial saber cómo llevarlo a cabo para evitar incrementar tu endeudamiento y las consecuencias negativas que podrían derivar en acciones legales o embargos de tus activos.
Reunificar las deudas, una fórmula para evitar embargos y desahucios
Los impagos conllevan consecuencias graves, y para evitar llegar a una situación tan crítica como un embargo, es fundamental considerar soluciones como la consolidación de deudas.
Este enfoque implica combinar todas tus deudas en un solo pago mensual de menor cuantía que las sumas de todas las cuotas individuales, lo que facilita la devolución gradual del dinero sin generar complicaciones. Además, la consolidación de deudas extiende el plazo de reembolso, lo que disminuye la mensualidad, aunque aumenta los intereses en el largo plazo.
Reunificar las deudas representa un paso inicial para demostrar buena fe y disposición de pago, requisitos cruciales que pueden ser útiles si la situación empeora y necesitas recurrir a la Ley de Segunda Oportunidad.
Requisitos para solicitar la reunificación de deudas
En comparación con otros enfoques legales, la consolidación de deudas presenta requisitos más accesibles y no resulta complicada de cumplir para la mayoría de las personas.
Incluir todas las deudas pendientes
Un requisito fundamental es que el proceso de consolidación de deudas debe abarcar todas las deudas pendientes, sin excepciones. Esto significa que si tienes, por ejemplo, una hipoteca y dos préstamos personales, debes incluir los tres en el proceso de reunificación, sin la posibilidad de seleccionar solo algunos de ellos.
Valor de la hipoteca
El segundo requisito de vital importancia en la reunificación de deudas es el límite del valor de la nueva hipoteca. Según la legislación vigente en España, esta nueva hipoteca no puede superar el 80% del valor del activo que se va a hipotecar.
Para ilustrarlo, consideremos un ejemplo. Supongamos que tienes una hipoteca pendiente de pago por valor de 65.000 euros sobre tu vivienda, un préstamo de 18.000 euros para la compra de un automóvil y otro préstamo personal de 17.000 euros destinado a reformas en tu hogar. En total, estas deudas suman 100.000 euros. Para poder llevar a cabo la reunificación de deudas, el valor combinado de tu vivienda y automóvil deberá ser de al menos 125.000 euros. En este caso, podrían otorgarte una nueva hipoteca de hasta 100.000 euros, que representa el 80% del valor total de la hipoteca.
Contar con unos ingresos mensuales demostrables
Otro requisito fundamental es contar con ingresos mensuales verificables. Esto implica presentar una nómina si eres un empleado asalariado o una declaración de ingresos trimestrales o anuales si eres autónomo. Las entidades financieras requieren esta documentación para asegurarse de que el solicitante es capaz de afrontar los pagos y dispone de ingresos regulares para respaldar el proceso de reunificación de deudas.
No salir en ninguna lista de morosos
Además, es fundamental que el solicitante no esté registrado en ningún listado de morosos. Si has dejado pendiente el pago de facturas o recibos, es común que las empresas recurran a estas entidades para presionar a los deudores. En caso de estar incluido en uno de estos listados, te verás imposibilitado para acceder a cualquier forma de financiación que te permita abordar tus deudas.
Pasos a seguir para pedir la reunificación de deudas
Aunque no se trata de un proceso excesivamente complicado, es fundamental cumplir con una serie de requisitos para llevar a cabo una reunificación de deudas de manera efectiva.
En primer lugar, es aconsejable contar con un mediador de deudas experto que pueda evaluar la situación de forma personalizada. Cada caso es único y, por lo tanto, es crucial analizar minuciosamente las circunstancias específicas, como los ingresos, el importe total de la deuda, las personas a cargo, entre otros factores.
El mediador debe examinar todas las deudas pendientes, así como los intereses y los plazos de pago asociados, para determinar si la reunificación de deudas es una opción viable.
La negociación
Después de llevar a cabo la fase inicial de análisis y evaluación de la situación, si se determina que la reunificación de deudas es factible, el mediador de deudas se encargará de negociar con los distintos acreedores las condiciones de pago revisadas. Los acreedores, en este contexto, son instituciones financieras y bancarias que tendrán la oportunidad de presentar sus propuestas al deudor en relación con la reunificación de sus deudas.
El paso final para la reunificación de las deudas
Después de alcanzar un acuerdo con las instituciones financieras, el siguiente paso implica liquidar todos los préstamos e hipotecas existentes para crear un nuevo crédito con base en las condiciones acordadas. Por lo general, se solicita una nueva hipoteca que abarca el total de las deudas pendientes, con una tasa de interés y un plazo de amortización revisados. Con el fin de facilitar la devolución, que es el objetivo principal de la reunificación de deudas, el nuevo plazo de amortización suele ser más largo que el anterior, lo que resulta en cuotas mensuales más bajas.
Es importante tener en cuenta el costo de cancelar los préstamos existentes. Es común que las entidades financieras apliquen una penalización, que varía según las condiciones contractuales del préstamo, en caso de cancelación total o parcial de la deuda antes de la fecha prevista. Además, también es necesario considerar los gastos asociados a la contratación de la nueva hipoteca, como comisiones, honorarios notariales y los honorarios del mediador de deudas que haya gestionado todo el proceso de reunificación de deudas.